Las reglas para familiares de los participantes que juegan con nosotros son 10 simples normas de conducta que todos podemos seguir.
- Jugar por jugar: Los niños y niñas no juegan para entretener al público, ni para quedar los primeros, sino para divertirse y formarse como personas a través del deporte.
- Ser positivos es más divertido: Aplaude los esfuerzos y las buenas actuaciones de todos, sean del equipo que sean. El resultado no es lo más importante.
- Que te vean apoyar, no dirigir: Dar instrucciones, dirigir, etc., es función del entrenador o entrenadora. Aunque seguramente tengas comentarios, no «teledirijas» a tu hijo o hija diciendo lo que tiene que hacer. Déjales libertad para que disfruten de la actividad y tomen sus propias decisiones.
- El respeto, la regla de oro: Siempre trata a los demás de igual manera que te gustarían que te tratasen tanto a ti como a tus hijos. Sé respetuoso con el árbitro, con los jugadores, entrenadores y público. Da ejemplo. No hay nada peor que insultar al árbitro desde la grada, tus hijos lo repetirán.
- Evita los análisis post-partido: Valora lo realmente importante, es decir, la mejora personal y colectiva y no el resultado obtenido. No seamos resultadistas con los más pequeños. Analizar los resultados es negativo siempre y cuando se le dé un peso demasiado importante ¡ojo! tanto a las victorias como a las derrotas.
- Compromiso social: Pídele a tu hijo o hija que cumpla las exigencias de la actividad que ha elegido. Esto implica asistencia y puntualidad a entrenamientos y partidos. Es un ejercicio de responsabilidad para ellos. Deja que sea su propio responsable en las comunicaciones con sus entrenadores, que cometa sus propios errores y que asuma las consecuencias de los mismos.
- Estudios y deporte son complementarios: No se debe enfrentar el uno con el otro. Nunca castigues a tu hijo sin deporte, no sólo no conseguirás tu objetivo, sino que, probablemente, tu hijo no volverá a practicar ese deporte. Insta a tu hijo a compatibilizar las horas de estudio con el deporte. Tener que estudiar no debe ser apoyado como excusa para no entrenar, debe ser un incentivo para gestionar bien su tiempo.
- Juega con tu hijo o hija: Te servirá para entender no sólo el deporte sino también a tu hija o hijo, y además te ayudará a ponerte en forma.
- Forma equipo con la entrenadora o entrenador: Respalda su labor educativa, es complementaria de la que recibe en casa. Ayúdale y no el contradigas.
- Infórmate y colabora: Debemos saber siempre en manos de quién están nuestras hijas e hijos, infórmate sobre las personas y entidades. Con tu colaboración, la actividad tendrá continuidad y mejorará.
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